¿Qué te detiene?
¿Alguna vez has tenido una idea genial en la que no actuaste? Por supuesto que si. No me refiero a nada lujoso tampoco. Nada que rompa la tierra. Solo una buena idea pasada de moda que te hubiera hecho ganar más dinero. Pero no te moviste en eso.
Oh bien.
Tengo un amigo al que llamaré James. James es un consultor de gestión independiente y un pensador profundo y creativo. Tengo un gran respeto por sus habilidades para comprender a sus clientes y desarrollar soluciones únicas para ellos. Pero no tiene mucho éxito. Su negocio está bien, pero apenas está en auge, y ciertamente no donde dice que le gustaría que fuera. Trabaja con personas interesantes, pero nunca es suficiente. Y aparte de solicitar referencias, no hace nada para aumentar su práctica general.
Lo curioso es que este tipo tiene ideas más brillantes sobre cómo construir su negocio que nadie que yo conozca. El problema es que no implementa ninguno de ellos. James es solo una de esas personas que se detiene antes de comenzar.
Demasiado para James. ¿Que pasa contigo?
¿Tienes más ideas que pasos de acción? ¿Por qué no te vas?
A menudo encuentro este problema con personas que tienen toneladas de grandes ideas sobre qué hacer a continuación, que nunca se implementan. Y ellos quieren saber por qué.
¿Has pensado en lo que te impide actuar sobre ideas o programas que podrían traer ricas recompensas?
Sí, y creo que hay varias razones simples.
1. Falta de un propósito inspirador y motivador
¿Por qué deberíamos hacer algo? ¡Por qué de hecho! Ese porqué perdido se llama propósito. Sin un fuerte propósito, las cosas urgentes se hacen cargo. El timbre del teléfono se hace cargo. "You Have Got Mail" se hace cargo. El golpe en la puerta se hace cargo. La inercia se hace cargo.
En física, aprendemos que se necesita energía adicional para liberarse de la inercia. Un poderoso propósito agrega esa energía. Energía que organiza tus acciones y pone en primer plano las cosas importantes. Para liberarse de la inercia de su rutina actual, necesita un propósito inspirador.
2. Sin visión clara
Imagínese en una intersección de seis vías en una niebla tan espesa que no puede ver un solo punto de referencia. Ni siquiera puedes leer las señales de tráfico. ¿En qué dirección irás? Si elige una dirección, ¿estará seguro de partir o continuará lentamente, esperando que la niebla se despeje un poco antes de acelerar?
Todos quieren ir a algún lado, al menos todos en los negocios lo hacen. Pero sin una visión clara no puedes ver a dónde quieres ir. Y si no lo ve, no avanzará agresivamente y con confianza en un curso hacia él, sea lo que sea, ¿verdad? Entonces, incluso si elaboras un plan, para llevarte ... a algún lugar, no es probable que lo ejecutes. Al menos no a corto plazo.
3. No está dispuesto a hacer sacrificios o hacer el trabajo.
Ya tienes más que suficiente, y cualquier otra cosa que hagas significa que hay que dejar de lado algo. Sacrificio significa renunciar a algo de valor por algo de valor aún mayor. Lo que significa que hay algo más valioso por lo que sacrificarse. Y no has aclarado qué es ese 'algo'. O tal vez no estás seguro de que valga la pena.
En esta misma categoría pongo: renunciar al tiempo libre, el tiempo de relajación, el tiempo de juego o lo que sea. Pero siempre se reduce al sacrificio, y la gran pregunta es si vale la pena. (Por cierto, me declaro culpable de esto. Hay momentos en que siento que tengo algo importante que lograr, simplemente no siento que sea lo suficientemente importante como para levantarme del sofá. Lo que me motiva es recitar la letanía de propósito: "¿Por qué sentí que era importante? ¿Y qué sucederá por eso? ¿Y por qué es ESO importante? Y así sucesivamente.)
4. Falta de creencia
Si está seguro de que algo funcionará, no hay riesgo y es probable que tome medidas. Por otro lado, si no está seguro, y la mayoría de las cosas son inciertas hasta cierto punto, se pregunta si vale la pena el riesgo.
Entonces, ¿qué crees? ¿Crees que tus acciones valdrán la pena o no? Si no estás seguro, ¿cuánto esfuerzo pondrás en ello? ¿Vacilás? ¿Posponer? ¿Aplazar? ¿Ir a media velocidad?
O tal vez 'eso' funcionará, en manos de alguien, pero no crees que funcionará en las tuyas. En otras palabras, usted no confía en que puede hacerlo, y el riesgo es demasiado grande.
Cada uno de estos problemas puede abordarse teniendo un propósito poderoso y un conjunto de objetivos inspiradores para lograr. Cuando estos son lo suficientemente fuertes, hacen que la recompensa potencial sea mucho más grande y alteran la relación riesgo-recompensa a favor de la acción.
5. Miedo
A veces todo se reduce al miedo. Tiene una visión y un propósito, y cree que los riesgos son aceptables. Pero, ¿y si no funciona? ¿Y que? Eso es miedo. No funcionará como quieres. ¿Qué te quedará entonces? O peor aún, no solo no funcionará, sino que algo malo vendrá como resultado.
6. Todo lo demás
Solo tienes otras cosas que hacer. ¿Como que? Como las cosas cotidianas de administrar su negocio o hacer su trabajo. No puedes seguir apilándolo, ¿verdad? No puedes. La pregunta es, ¿valen la pena las cosas que ya estás haciendo? ¿Debería delegarse algo? ¿Se debe tirar algo de él o ponerlo en el quemador trasero?
Una vez más, debe sopesar lo que ya está haciendo contra su propósito y objetivos. Si su conjunto de acciones existente lo está conduciendo efectivamente hacia sus objetivos, no hay necesidad de hacer más. Pero si no te mueves con paso firme en esa dirección, entonces debes cambiar las cosas y dejar espacio para lo que sea.
Puede que tenga que realinear sus prioridades y reevaluar sus opciones para que su tiempo y energía disponibles se dediquen a moverlo en la dirección correcta.
¿Que pasa contigo?
Que te detiene Cualquiera de estas seis cosas puede detenerlo, o puede ser una combinación de cosas. Una vez que identifica lo que lo detiene, es mucho más fácil abordar y ponerse en movimiento. Ahora puede transformar sus ideas en un plan de acción.
Oh bien.
Tengo un amigo al que llamaré James. James es un consultor de gestión independiente y un pensador profundo y creativo. Tengo un gran respeto por sus habilidades para comprender a sus clientes y desarrollar soluciones únicas para ellos. Pero no tiene mucho éxito. Su negocio está bien, pero apenas está en auge, y ciertamente no donde dice que le gustaría que fuera. Trabaja con personas interesantes, pero nunca es suficiente. Y aparte de solicitar referencias, no hace nada para aumentar su práctica general.
Lo curioso es que este tipo tiene ideas más brillantes sobre cómo construir su negocio que nadie que yo conozca. El problema es que no implementa ninguno de ellos. James es solo una de esas personas que se detiene antes de comenzar.
Demasiado para James. ¿Que pasa contigo?
¿Tienes más ideas que pasos de acción? ¿Por qué no te vas?
A menudo encuentro este problema con personas que tienen toneladas de grandes ideas sobre qué hacer a continuación, que nunca se implementan. Y ellos quieren saber por qué.
¿Has pensado en lo que te impide actuar sobre ideas o programas que podrían traer ricas recompensas?
Sí, y creo que hay varias razones simples.
1. Falta de un propósito inspirador y motivador
¿Por qué deberíamos hacer algo? ¡Por qué de hecho! Ese porqué perdido se llama propósito. Sin un fuerte propósito, las cosas urgentes se hacen cargo. El timbre del teléfono se hace cargo. "You Have Got Mail" se hace cargo. El golpe en la puerta se hace cargo. La inercia se hace cargo.
En física, aprendemos que se necesita energía adicional para liberarse de la inercia. Un poderoso propósito agrega esa energía. Energía que organiza tus acciones y pone en primer plano las cosas importantes. Para liberarse de la inercia de su rutina actual, necesita un propósito inspirador.
2. Sin visión clara
Imagínese en una intersección de seis vías en una niebla tan espesa que no puede ver un solo punto de referencia. Ni siquiera puedes leer las señales de tráfico. ¿En qué dirección irás? Si elige una dirección, ¿estará seguro de partir o continuará lentamente, esperando que la niebla se despeje un poco antes de acelerar?
Todos quieren ir a algún lado, al menos todos en los negocios lo hacen. Pero sin una visión clara no puedes ver a dónde quieres ir. Y si no lo ve, no avanzará agresivamente y con confianza en un curso hacia él, sea lo que sea, ¿verdad? Entonces, incluso si elaboras un plan, para llevarte ... a algún lugar, no es probable que lo ejecutes. Al menos no a corto plazo.
3. No está dispuesto a hacer sacrificios o hacer el trabajo.
Ya tienes más que suficiente, y cualquier otra cosa que hagas significa que hay que dejar de lado algo. Sacrificio significa renunciar a algo de valor por algo de valor aún mayor. Lo que significa que hay algo más valioso por lo que sacrificarse. Y no has aclarado qué es ese 'algo'. O tal vez no estás seguro de que valga la pena.
En esta misma categoría pongo: renunciar al tiempo libre, el tiempo de relajación, el tiempo de juego o lo que sea. Pero siempre se reduce al sacrificio, y la gran pregunta es si vale la pena. (Por cierto, me declaro culpable de esto. Hay momentos en que siento que tengo algo importante que lograr, simplemente no siento que sea lo suficientemente importante como para levantarme del sofá. Lo que me motiva es recitar la letanía de propósito: "¿Por qué sentí que era importante? ¿Y qué sucederá por eso? ¿Y por qué es ESO importante? Y así sucesivamente.)
4. Falta de creencia
Si está seguro de que algo funcionará, no hay riesgo y es probable que tome medidas. Por otro lado, si no está seguro, y la mayoría de las cosas son inciertas hasta cierto punto, se pregunta si vale la pena el riesgo.
Entonces, ¿qué crees? ¿Crees que tus acciones valdrán la pena o no? Si no estás seguro, ¿cuánto esfuerzo pondrás en ello? ¿Vacilás? ¿Posponer? ¿Aplazar? ¿Ir a media velocidad?
O tal vez 'eso' funcionará, en manos de alguien, pero no crees que funcionará en las tuyas. En otras palabras, usted no confía en que puede hacerlo, y el riesgo es demasiado grande.
Cada uno de estos problemas puede abordarse teniendo un propósito poderoso y un conjunto de objetivos inspiradores para lograr. Cuando estos son lo suficientemente fuertes, hacen que la recompensa potencial sea mucho más grande y alteran la relación riesgo-recompensa a favor de la acción.
5. Miedo
A veces todo se reduce al miedo. Tiene una visión y un propósito, y cree que los riesgos son aceptables. Pero, ¿y si no funciona? ¿Y que? Eso es miedo. No funcionará como quieres. ¿Qué te quedará entonces? O peor aún, no solo no funcionará, sino que algo malo vendrá como resultado.
6. Todo lo demás
Solo tienes otras cosas que hacer. ¿Como que? Como las cosas cotidianas de administrar su negocio o hacer su trabajo. No puedes seguir apilándolo, ¿verdad? No puedes. La pregunta es, ¿valen la pena las cosas que ya estás haciendo? ¿Debería delegarse algo? ¿Se debe tirar algo de él o ponerlo en el quemador trasero?
Una vez más, debe sopesar lo que ya está haciendo contra su propósito y objetivos. Si su conjunto de acciones existente lo está conduciendo efectivamente hacia sus objetivos, no hay necesidad de hacer más. Pero si no te mueves con paso firme en esa dirección, entonces debes cambiar las cosas y dejar espacio para lo que sea.
Puede que tenga que realinear sus prioridades y reevaluar sus opciones para que su tiempo y energía disponibles se dediquen a moverlo en la dirección correcta.
¿Que pasa contigo?
Que te detiene Cualquiera de estas seis cosas puede detenerlo, o puede ser una combinación de cosas. Una vez que identifica lo que lo detiene, es mucho más fácil abordar y ponerse en movimiento. Ahora puede transformar sus ideas en un plan de acción.
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